DESDE EL DORMITORIO
A penas unos cuatro km son los que me separan de mi casa habitual,allí donde comencé las reformas y de la que he tenido que salir temporalmente sino quería perder el sosiego.
He dejado la llanura,inundada de casas encaladas,huertos de naranjos,jardines y me he situado en un pueblo de montaña,más pequeñito si cabe y con un silencio inusitado,a penas roto por el canto de las ranas del cercano barranco de Carraixet.
Todavía no comprendo demasiado este nuevo paisaje,no lo he interiorizado,no forma parte de de mi ,ni de recuerdos.
Son muchos días de mi vida conociendo de memoria lo que me esperaba al otro lado,al abrir mis ventanas.Ahora descubro imagenes nuevas que me gustan,pero me sorprenden los suficiente para querer captarlas,comentarlas...
Momentos de cambio.
Al despertar,abro los ojos ,miro por la ventana y allí esta la montaña,la Sella,con una fortaleza que probablemente yo no tengo...
Roca ,el verde de los pinos,la cercana palmera de la huerta..y una piensa que nada puede ir mal en un día que amaneció con tanta belleza....
4 comentarios:
Lo mejor es levantarse con optimismo.
Lo mejor sin duda es... levantarse, notarlo y además contarlo...
¡qué suerte la tuya de poder divisar ese paisaje al despertar!...yo,... el chalet de enfrente...en fin, buen día con un cafetito y esas vistas. Bss
dónde quedan las campanas cada 15 minutos? no las has comentado! El pueblo tiene su escanto, sus vecinos y su silencio del que cuando te acostumbres, te llamarán para volver a tu nueva casa!
Un beso!
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