domingo, 22 de marzo de 2009

Redacción: como empezar un lunes .....






Finaliza el domingo ,último día de una semana de asueto, y noto que va apareciendo en mi, un gen extraño, sin duda heredado de aquella maestra de escuela que tuve hace ya tantos años y que hace que hoy venga a mi recuerdo su voz diciendo en tono solemne: R E D A C C I Ó N.

Lamentablemente, se que yo mañana,no tendré esa posibilidad, pero pensarla , me serena, como sin duda le pasaba a ella ,que andaba cansada ,quizás ya agotada de tan indolentes alumnos y tras unos días de descanso o periodo vacacional nos miraba con aire compungido en aquella dura mañana del regreso, y nos decía: sacar la libreta, vamos a hacer una redacción.

En mi libreta de tapa blanda azul,de dos líneas , la niña de las trenzas, yo, que obediente siempre ha sido y mucho, ponía con letra preciosa, o lo más preciosa que podía el título, que venía a ser :Como he pasado mis días de fallas.

Redacciones haciamos, que no se si darían buen nivel como ejercicio literario , pero que hoy pasados los años, veo que era una manera de empezar sin empezar realmente .

Nosotros podíamos ir a nuestro aire, sin prisas. Estuches, rotuladores para decorar el título .Paseos a la papelera para afilar la punta del lápiz.
Evocar el olor a pólvora, el de las flores en la ofrenda a la Virgen .Recordar las imágenes de falleros y falleras, tararear las melodías de las bandas de música, el sabor del chocolate y los buñuelos… Levantarse tarde esto era lo mejor y no acordarse de donde habíamos dejado la cartera el viernes anterior ,como si jamás ya tuviésemos que volver a usarla ,lo inconfesable.

¿Todo esto se podrá poner? Lo de la cartera no, que hacia de alumna poco aplicada.
Frase tras frase, durante la mañana revivíamos lo mejor, pero lo más mejor, seguramente nos lo callábamos, como siempre en esta vida.

La maestra, también gozaba de unas horas más de tranquilidad, mientras los alumnos, convertidos por mandato, en incipientes escritores, recordaban, seleccionaban, y redondeaban sus frases .

Por encima de las gafas apoyadas en la nariz,paseaba beatificamente su mirada sobre nuestras inclinadas cabezas sobre los pupitres.Seguramente no esperaba maravillosos escritos.
Incansablemente,volvería a leer los mismos principios:”estas fallas me lo he pasado muy bien….”
Las mismas continuaciones: “una tarde fuimos a tomar chocolate..”
Y los mismos sospechosos finales:”…me lo he pasado muy bien , pero ya tenía ganas de venir a escuela…”
Asi solían escribir sus originales alumnos de tercer curso.

Entre lejanos brillos de peinetas de fallera, letras, lápices, rotuladores ,sacapuntas , "cuchicheos" y miradas furtivas al reloj de la pared…pasábamos el primer día, el de empezar, pero lentamente.

No es una mala técnica la de aquella maestra cuyo gen he heredado, por ello en la medida de lo posible, mañana es día de hacer , REDACCIÖN.

3 comentarios:

macuera dijo...

Nostalgia es lo que he sentido al leer el texto y melancolía al recordar cuánto me gustaba a mí ese día tan preciado llamado "Día R".
Y es que, a quiénes nos sumergimos en nuestro mundo, disfrutamos de él y queremos compartirlo con los demás, no hay cosa que con mayor expectativa esperamos que alguien ajeno nos diga: "cuéntame que tal te ha ido", y cómo era en el papel del maestro (ya que era en una edad temprana cuando hacíamos redacciones) era decirte: "hoy toca redacción" (ojitos chivirí se me ponían).

Pues no habré causado sonrisas entre aquellos que me tuvieron entre sus alumnos y no me he pasado yo horas cara un papel empezando, borrando, volviendo a empezar y volviendo a rectificar con tal de conseguir la mejor, de lo que ya sabemos y estamos hablando, que era hacer una buena... REDACCIÓN.
Un beso Rosa!

VicentM dijo...

Primero... unos cursos de los que apenas me quedan recuerdos... al principio de los principios un elefante gigantesco en gigantesca pizarra, pintado con tizas azules y en amarillo la letra "e" en una redondilla perfecta que seguro que debió hacer la señorita Mari Paz, de la que sólo recuerdo el nombre y su pelo negro recogido en un elegante y alto moño. De aquellos años primeros, recuerdo la lavandería de las monjas, un dia de disfraces en el que yo fui de soldado, reprimendas por soltar algún palabro en valenciano y la monja sor Isabel que no dejó que subiera a la barca en el Peñón de Ifach... subid vosotros con el mayor y la pequeña, que a este me lo quedo yo que no quiero que se ahogue... ahora que lo pienso, esta buena sor no era muy amante del mar...

Después vino la Unión Cristiana, pupitres de madera y mi mano izquierda amordazada con mi cinturón... la derecha lloraba indolente sin saber muy bien como trazar aquellos garabatos a los que un maestro (Don Vicent Dubón) llamaba letras y que todas juntas supe después que formaban la escritura...

Un poquito despues el bachillerato... tras superar el examen de ingreso... nueve años apenas contaba cuando iniciaba el bachillerato en las Escuelas Jardín, Centro Politécnico de Enseñanza... una miniuniversidad... Un profesor para cada asignatura... aún tengo muy dispersos y desorganizados los recuerdos de aquella ápoca... El Quijote diario, la dura gimansio de puto potro y demasiado fútbol y el estres de sacar matrícula porque cada día me recordaban en la escuela el sacrificio de mis padres...

no recuerdo redacciones... que no sobraba el tiempo... que se exprimía incluso cuando estabas castigado "brazos en cruz y de rodillas al pasillo"... aquel largo pasillo con techo abuhardillado y losetas rectangulares de rojo muy oscuro... Entonces los lunes no eran nada felices y las vueltas al cole bastante menos... menos mal que aprendí muy pronto que los lunes era en especial ocasión idónea para empezar de nuevo y la vuelta de vacaciones el punto de inflexión donde la huída hacia delante es la mejor de las estrategias...

Sílvia dijo...

Cómo ha cambiado la escuela! y hace apenas 12 años que la dejé... ahora vuelvo como profesora y te das cuenta que los alumnos no son de la misma manera... aunque siempre hay quien te sorprende como hoy al entrar al aula de 3r ESO y que un alumno te diga: "profesora, hacemos una redacción de Fallas?", o otro compañero que te pregunte si podemos practicar oral hablando de la semana fallera... Esos momentos te hacen volver al pasado y recordar las redacciones que hemos hecho!