tiempo ya, que no hay historia a tus pies,
curioso observador de anónimas vidas,
fiador fiel de secretos ,de esperanzas y llantos.
Atesoras en tus muros, sonidos lúgubres, portadores de tristezas,
Acordes de alegrías y fiestas,
Golpes secos de azadas, hincadas en la tierra, cantos de mujer trabajadora
Cascos de caballos retumban en los porches empedrados.
Gritos de niños ,risas, juegos…
Corazones latiendo por las calles.
Pegados en tus torres, esencias de las gentes, de sus casas ,
aromas de balcones de ropas blanqueadas,
Volutas de aliento cálido de unos labios que besaron,
buscando los rincones y las sombras, amores inconfesos.
¿Qué miras hoy castillo abandonado?
¿De que te eriges en fiel custodio?
Legado de olvido y muerte te dejaron
Colina yerma, solitario emblema, sin nadie que te admire,
Sólo el vuelo de un ave te recorre,
Y el lánguido pasar de Túria te acompaña.
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