domingo, 5 de julio de 2009

El




Me rindo, eran las palabras que acudían a su mente una y otra vez.
Todo había jugado en su contra y había ido minando sus fuerzas.
Dolorosamente guapo lo encontró aquella tarde, con aquel aire suyo de incipiente y lejana sonrisa. Pero fueron sus ojos, el brillo y la expresión, le produjeron un efecto, que la desarmó por completo, una pícara sonrisa con sabor a canela tintineaba en sus pupilas.

Cercano a ella, jugando a rozar sutilmente ,seguramente de forma intencionada .Su vaquero sobre la suave rodilla femenina, el brazo dejado caer en el respaldo de la silla, rozando imperceptiblemente la piel de la espalda.Y el más íntimo de los roces, la mirada.

Atenta a sus movimientos , cercada por su perfume ,dueño de sus sentidos y cada vez más aislada del resto de la fiesta.
La gente que les rodeaba ya solo era un murmullo, banda sonora de aquel encuentro.
Se hacía imperiosa la necesidad de huir de allí, solos los dos.

A propuesta de él, aceptó un café en cualquier terraza.
Cuando subió al coche ,supo que ese era el momento y no lo iba a desaprovechar.
-Te voy a besar- dijo
-Si -contesto él, roncamente, al tiempo que su mano se abría paso entre las cálidas piernas, que sumisas, aceptaron la caricia.
Noche, labios, lenguas, gemidos...
Caricias perladas de sudor iluminadas por la luna llena, que sin lugar a dudas se aliaría con aquellos amantes...favorecería la pleamar.

1 comentario:

VicentM dijo...

¡Habráse visto frase más bonita! "Caricias perladas de sudor iluminadas por la luna llena"

Como en un sueño... no mejor! que los sueños son intangibles, efímeros y por lo general imprevistos en un aquí te pillo cuando más poco alerta estás.

En cambio... "Caricias perladas de sudor iluminadas por la luna llena..." ¡Vaya! Amantes balanceándose en la hamaca de la luna...

Tinc molt de temps, però no me'n sobra gens...