viernes, 8 de mayo de 2009

WELCOME




Las miro muchas veces, me son familiares. Ayer en la ribera del Júcar, otras en el barranco de Carraixet o en alguna medianera de los campos valencianos, seguramente preparadas para ayudar a subir las guías de judías o tomates del huerto de algún agricultor previsor.

Me gustan ,con sus grandes y verdes hojas, silvestres ,indómitas, como aquellas que crecían cercanas al molino de mi pueblo abandonado, aquel que a fuerza de recordarlo, pensarlo, soñarlo, seguramente he terminado por inventar, como decía Isabel Allende, refiriéndose a su país.

Las cañas del mes de julio , son las que vienen a mi memoria. Apostadas cerquita del agua, recibían con hojas frescas y húmedas a los viajeras que subidas en aquel autobús de línea, llamado Chelvana , llegábamos tras todo un día de viaje, con la idea de ver a los abuelos durante aquellos meses que nos alejábamos acompañando a mi padre, pastor ,en su transhumancia hacia tierras castellanas.

Autobús de primeros de los años 70 con una atmósfera irrespirable, humos, olor a plástico de asiento estropeado, ceniceros llenos de colillas ,chicles y pieles de pipas.

Mi madre y mi hermana dormitaban, lo mío, era lidiar con el mareo, los efectos de atontamiento de las pastillas de Biodramina que me habían ido suministrando y aquel sabor tan amargo en la boca, que producía como efecto secundario.

Con la cabeza pegada al cristal, iba mirando el paisaje en busca de alguna señal,que me confirmase que llegabamos a territorio conocido, empezaba a ser vital llegar pronto.
Al salir de una curva ,de las muchas que salpican la comarca de los Serranos, veía el agua que la rueda de moler ,sacaba a la acequía ,creo que incluso era capaz de escuchar su sonido cantarín, a pesar del tracaleo del vehículo y el murmullo de las conversaciones.

Juncos, zarzas tiernas y sobresaliendo de esta vegetacíón, estaban ellas,las cañas,luciendo su esbeltez bamboleante.

Hoy después de tantos años, he comprendido el por que de mi simpatía por estas gramíneas y su fuerte impronta en mi memoria…ellas significaban, mi WELCOME particular, tras tan duro periplo.

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