lunes, 4 de octubre de 2010

LA CALLE


Las calles de los pueblos cambian,
las modifican ,las personas que viven en ellas y
las que dejaron su ausencia.










Esta calle larga y ancha otrora tierra de juegos,territorio de los niños ,agoniza lentamente.
Se acallaron las risas, los giros de ruedines ,los golpes del balón en el suelo ,enmudecieron hasta los pájaros,se alejaron, marcharon nostálgicos de niñez ,de aquellos que ya crecieron.

Esta calle, refugio de jóvenes al amparo de la sombra de las palmeras, que acunaban secretos a media noche, que guardaron besos furtivos, consentidos ,silenciosos o sonoros, carece hoy de pasión,no se escuchan sus latidos.

Esta calle, amante de noches cálidas ,corros de gentes sobre el suelo fresco en la entrada de las casas o sobre mullido césped .Calle de inviernos ,donde vive el sol,que refugiaba a los ancianos en sus bancos de madera, del frío y el viento ,señores en otras calles.
Calle hoy, que no tiene apenas voz.
Calle sin ecos.


Esta calle, avenida del olvido ,autopista de silencio,de casas cuyas puertas recibieron la última vuelta de llave.
Esta calle que me inspira , esta calle de la que hablo,que guarda invisibles mis huellas, se parece muy poco a mi calle.

Esta calle,que es mi calle, ya no vive, parece que solo aguarda…

6 comentarios:

marce dijo...

Y las moldeamos , como el paisaje y , luego nos modela el a nosotros, hace con nosotros lo que no fuimos capaces de adivinar.


Un abrazo

Unknown dijo...

Precioso Dafne...como me gustaria describir como lo haces tu, he notado el silencio, el eco de mis pasos en tus calles desiertas. Es un placer leerte. Gracias por existir, artista!!

El intimista secreto dijo...

Has descrito una sensación que percibí cuando regresé hace poco a un pueblo donde iba a veranear de niño. Aquel fue un lugar hermoso, tranquilo pero con risas y vida. Hoy es casi un desierto.
Bellas palabras para reflexionar.
Besos.

Elchiado dijo...

Crecemos y todo cambia. Crecemos y algunas cosas mueren. Supongo que en eso consiste envejecer: en aceptar la muerte a nuestro alrededor. Tus letras me han conmovido, he intuido que hablabas de algo muy tuyo desde el principio. Un beso

Elena dijo...

Precisamente hoy, hemos ido a visitar a mi madre y les he dicho a mis hijos: ¿veis la calle?..si, con coches.... pues hubo un día en que mamá jugaba aquí a la comba, a la goma, al escondite, al bote bolero, a las vidas, a las muñecas....y tu relato me lo ha vuelto a recordar...hoy solo queda el tráfico de una calle en una ciudad, pero ayer éramos niños con bocatas en la mano deseosos de jugar. Un beso Dafne

macuera dijo...

Yo echo de menos las calles de Liria, cuando éramos pequeñas las corríamos, pintabamos, cenabamos sobre ellas e incluso, nos escondíamos. Ahora, de ellas, ¡sólo queda el recuerdo!