Pequeñas historias de nuestros grandes y únicos días... Recuerdos,ideas,reflexiones que llenan mi vida.
domingo, 3 de octubre de 2010
Desde el centro del CoRaZón
El viento ulula al pasar por la ventana mal cerrada de la habitación,lo noto frío,
me estremezco.El hombre del tiempo ya avisaba de la entrada en la península de fuerte viento ,lluvia,las temperaturas sufrirían un desplome ,se acerca un cambio de tiempo.
Y yo,pienso en nosotros y en nuestro tiempo,en las horas robadas a la cotidianeidad y me sumerjo en un universo paralelo ,el que creamos tú y yo,hecho de complicidades,de deseos e ilusiones,de roces imperceptibles...de una pasión arrolladora,de besos y abrazos,de labios, de aromas y texturas de corazón.
Las gentes,los sonidos,los minutos,las horas,la vida pasaba y yo apenas lo notaba,si tú estabas cerca,si salía el sol y la luna, si cambiaban las estaciones y seguiamos juntos.
Hoy silencio, ausencia.
Como te he añorado, entretanto, he ido acariciando los recuerdos por temor a olvidarme ,por temor a olvidarte, vives en mi corazón, único lugar donde siempre he podido tenerte.
Y ahora, escucho el viento,y me pregunto si su fuerza será capaz de borrar nuestra presencia,nuestras caricias, el calor de nuestros cuerpos en cada lugar donde tú y yo solo fuimos uno.
Ese viento indomable, ¿arrastrará el sonido de tu voz?,¿alejará de mi tus palabras?
Todavía hoy,te escucho tan cerca,con cada latido del corazón, me hablas.
Me miro en tus ojos y descubro el deseo en tu mirada.
No quiero, que este viento otoñal de años ,viento frío en la noche ya de mi tiempo, nos borre,no quiero que la ausencia nos desdibuje.
Cierro los ojos y veo el sol a través de las nubes que hoy acechan mi universo solitario. Caminamos juntos ,cogidos de la mano bajo la sombra de los árboles, sonreímos y parecemos tan felices....
Tan felices...
Esta ,era la última frase escrita en aquella libreta de tapas de papel reciclado, que ella misma le había regalado,mientras la tenía en sus manos,se sintió una intrusa ,una ladrona de sentimientos,la dejó sobre la mesa con sumo cuidado.
Sentada en la butaca, permanecía con los ojos cerrados aquella anciana solitaria, a penas recibía visitas,solo se acompañaba de sus libros,de otros,que le hacían llegar las cuidadoras del centro,de algunas novedades, que ella misma le llevaba y sobre todo de la compañía de los fantasmas que aún habitaban en su mente,con los que conversaba constantemente,no se fuesen a marchar definitivamente,dejándola totalmente sola.
De cuerpo menudo, rostro surcado por minúsculas arrugas y ojos vivaces,nunca hablaba de ella misma,de su vida,de su juventud,nada, sin embargo, tenía gran capacidad para suscitar,una elocuente conversación en su interlocutor.
Hacia ya casi medio año,que ayudaba con su voluntariado en la clínica, se acercó a ella,porque la veía siempre sola,no estaba especialmente triste, aunque hablaba poco, pero según ella,lo hacía para compensar, por todos los silencios no guardados durante su vida.
Hoy le había robado unas líneas escritas de sus fantasías seniles o de sus recuerdos y se sintió culpable por ello.Echo una rápida ojeada a su reloj de pulsera y antes de irse volvió a mirarla , percibió una dulce sonrisa en sus labios,tal vez soñaba, que volvía a pasear junto a a él y que el sol acariciaba su rostro al filtrarse por las ramas de aquellos árboles
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