martes, 25 de agosto de 2009

RITUALES


Serán rarezas, seguramente, porque considerar algo tan prosaico como la limpieza general de la casa un ritual, puede parecer extraño,lo sé.

Siempre dependiendo de como me vengan los días de descanso, aprovecho para empezar haciendo eso tan fastidioso, limpiar a fondo.
Lavo cortinas, vacío cajones, pongo cera al suelo, limpio cristales, persianas, e incluso me decido a retirar alguna pieza de ropa y llevarla al contenedor de Humana, cosa muy extraña en mi, pues aunque no me la ponga, la arrastro de armario en armario cada temporada.
Me reconozco una “trastera”,pero pienso, que quien sabe ,si los tiempos se ponen difíciles, quizás no nos importe tanto la moda y tengan utilidad.

Como si de un ritual de purificación se tratase, me sumerjo en estos quehaceres previos al descanso total.
En cada cosa que limpio, que desempolvo, me llevo el poso de los malos momentos que quedaron atrás,excesos de trabajo,malas caras,palabras mal dichas e incluso mal pensadas,tensiones propias o ajenas que llegaron a casa... de las largas noches de otoño e invierno.
De los fondos de armario saco papeles ,que por las prisas quedaron allí, sin clasificación, ni sentido alguno.Creo hueco para otros sin sentidos,pero con esperanza de que cada vez sean menos.

Cuando doy por finalizada la limpieza,sin significar con ello que he logrado que todo este impoluto, tengo la sensación, que me lleve el invierno pasado, al tambor de la lavadora, al cepillo, a la bayeta, a la nada ,pero sé ,que la casa ,queda preparada para cuando regrese a primeros de Septiembre, dispuesta a recibir, a recibirnos, con nuestros trastos, con nuestras ilusiones y lo contrario....preparada para contener vida.

Y en “la San Miguelá”, empezarán nuevos rituales, los del otoño, las manzanas asadas que invadirán con su perfume toda la casa e incluso ascenderán por la escalera que lleva a esta estancia donde escribo,reafirmando en mi ,sensaciones.

Y un día sera más corto que el anterior y traerá un viento frío que me hará desear ver la casa llena de alfombras y aparecerán los ramos de flores secas los manteles cubriendo la mesa y desearé que al entrar en casa me invada una oleada de calor amiga.
Me sentaré en el sofá cerraré los ojos y soñaré con los cielos azules y el otro calor, el del verano.

2 comentarios:

Elena dijo...

Me ha encantado el post. Fíjate q leyéndolo me he dado cuenta que yo también le hago, de hecho, lo estoy haciendo ahora,... A LA VUELTA....me quedan cortinas y persianas, pero el resto ya está terminado...¡q cosas! es curioso como necesitamos el orden exterior para encontrarnos también en nuestro orden interior. Un besote

ralero dijo...

Y tu "Muso", ¿se tomó vacaciones?

Abrazos.