Mi bici y yo.Mi bici, así sin más ,sin nombre,nunca la bauticé manteniéndola en el limbo de las bicicletas,no sé porque no lo hice,si por verguenza o por falta de amor hacia ella,quizás lo primero,lo cierto es, he de confesarlo, que para mis adentros, siempre la he llamado: Blanquita.
Blanquita,es una bici sencilla,marca Sedona ,con unas pequeñas alforjitas que le acoplaron,un buen punto de luz,que me regalaron y un candado rosa, cuya clave de desbloqueo, me recuerda una fecha de nacimiento.
A decir verdad, yo tampoco fui muy pretenciosa, cuando la compre,me movía la ilusión de tener bici y tenerla YA.
La tarde que fui a comprarla había llovido,un día tal vez como hoy, pero lleno de ilusión.Empuje la puerta de cristal de la tienda y con impetú, pedí:"quiero una bici para pasear y quizás un poco más".. y eso me vendieron.
Hoy haciendo memoria, reconozco,que ha sido para un poco más y a veces para mucho más.
Llevamos varios años juntas de diversión y alegría y algún que otro disgustillo,como en todas las relaciones, pero poco más.
Sin embargo en los últimos tiempos la cosa ha cambiado,estamos en crisis,pasan días y ni la miro.Hoy todavía carga con las alforjitas de la última salida que hicimos. Arriconada en el frío fondo del garage, una fina capa de olvido empieza a caer sobre ella.
No es ella ,soy yo,me digo cuando me queda algo de serenidad para reconocerlo.
Soy yo, la que ha empezado a sentir la soledad en nuestros caminos ,que no llevan a ninguna parte.
Soy yo, la que ha soñado volar por otros sitios ,incluso con otro cuerpo.
Soy yo...
Pero es ella,la que sin saberlo o tal vez si,tal vez lo presienta,se ha convertido en el crisol de todas mis frustraciones, todos mis NO Puedo,y mis Nunca lo haré...
No puedo subir aquella cuesta,no puedo pasar por aquel camino,yo no podré hacer contigo ese viaje,no podré mirar subida a ti aquella puesta de sol.
He pensado "jugarsela" con otra bici,una Scott color pistacho,nueva y dicharachera. Quizás me deje seducir por ella un poco más y alargue la ilusión de algo,aunque no se exactamente de que.
En este instante, es pensar en hacerlo y escuchar mi propia frenada : ¿por qué? ¿Para qué?.
Pero...quien sabe....
Lo cierto es que algo tendré que idear y acercarme a Blanquita para contárselo ,antes de que su corazón de hojalata se quiebre más todavía por mi abandono.
Tendremos que soñar juntas que hemos encontrado la ruta que nos lleve hacia un sol cálido y brillante, que nos haga chispear de alegría. Tendremos que salir a buscarla,porque de lo contrario,ella se cubrirá de polvo en el limbo bicicletero y yo...
yo,terminaré pensando que lo que vivimos juntas fue un sueño,mientras escucho las risas de las gentes que siguen pedaleando.
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