jueves, 10 de junio de 2010

Todas Las Vidas de Evelin Jons








Evelin Jons no era psicóloga ni tenía estudio alguno sobre la materia,pero se conocía lo suficiente a si misma, para decir, que tenía varias vidas.
Probablemente este hecho no era exclusivo suyo,estaba segura de la inexistencia de estas exclusividades en los humanos,de acuerdo que somos seres únicos e irrepetibles pero...nos ocurren cosas tan similares...

Evelin Jons ,recién cumplidas sus cincuenta primaveras,veranos ,otoños y más de un frío,muy frío invierno,valoraba su vida como feliz,tan feliz como ella dentro de sus parámetros creía que podía serlo.
La felicidad no son más que pequeños fogonazos,pero si sabes como hacer que estos perduren ,tienes la llave para que la sonrisa no te abandone ,se decía ella, a sí misma,en sus frecuentes conversaciones metafísicas.

Evelin Jons meditaba sobre sus vidas,la primera fue un sueño o mejor dicho la vida de los sueños juveniles,la que esperas vivir,la que llevaría por título:"A mi me gustaría que mi vida fuese..."
Evelin dio pequeñas puntadas en ella,dejó hilvanadas ciertas costuras que después no supo o no pudo repuntar de manera precisa.

Siguiendo metaforicamente ,con la costura ,se consideraba una buena modista,más adelante aprendió a tratar las telas de manera adecuada y se realizó un traje llevable,duradero,adaptable y sobre todo cómodo,muy cómodo.

Quizás no era el vestido maravilloso de lentejuelas del sueño.Evelin cosía preta a porter pero ello, no la hacía desconecedora de la alta costura,por eso, desde su madurez pensaba en otra vida ,en la que le gustaría tener,en la cual rescataba cosas de sus primeros sueños.

Esa era para Evelin, su tercera vida,la que no se atrevía,la que no le dejaban,la que nunca tendría más allá de aquel rinconcito que había en su cerebro,que sólo le pertenecía a ella.Estas ideas la asaltaban de tarde en tarde o de pronto en pronto...la vida es tan fugaz...

Aquella tarde Evelin se recetaba altas dosis de tranquilidad, para no llevar la cuchara una vez más hacia aquella magnífica tarta de chocolate en forma de corazón,regalo de cumpleaños,que le había llegado con lazo rosa incluido,una cucharada tras otra,habría sido capar de dar buena cuenta de ella,lo cual hubiese puesto en brete las costuras de su maravilloso traje..aunque quien sabe ,tal vez los cincuenta fuesen el inicio de esa tercera o tal vez cuarta nueva vida.

1 comentario:

Elena dijo...

Los años vienen, y pueden llegar vacíos o llenos de momentos preciosos y/o tristes, pero VIVOS. Veo los 4.0 ahí, ahí mismo y me parece mentira. Los 5.0 deben ser más que una meta, una SALIDA...así es como debe sentirse Evelin Jons, y ¡qué leches si se estiran las costuras del vestido un poco!. ¡Feliz cumpleaños!. Bss.