domingo, 21 de junio de 2009

El DoLoR


A veces lo reconoce,baja el tono de voz,la conversación alcanza mayor intimismo.
Afloran sus miedos y sufrimientos,es entonces cuando lo dice, cuando confiesa que hay días, en los que se encuentra muy mal y que cuando no puede más, recuerda su niñez,su juventud,a sus padres, a sus abuelos.

Entonces yo me siento culpable,por su soledad,por no saber hacer mucho o muy poco para ayudar,lo cierto es que no encuentro palabras adecuadas,su fortaleza se derrumba ,ella la fuerte ,pilar de la familia,y sabes que ha llegado el relevo,aunque por dentro también te hundes un poco con ella.

¿Qué decirle a ella? ¿Qué decirle a las personas que viven al filo del dolor o más exactamente viven constantemente con él?

Desde que él llegó, la mantiene aislada ,encerrada en la casa,con nosostros entrando y saliendo,la tele ,las plantas y sobre todo las muletas muy cercanas a ella.
La resiganación,la espera y el deseo de sentirse mejor con la próxima operación,una más...

Desde la salud es difícil empatizar con las personas enfermas, hay que tener una grandeza de espíritú que no siempre hay..pero a veces, aparece tu propio dolor y de repente paras y sientes y piensas en aquellas personas que viven constantemente con él ...
Empiezas a comprenderlas y a quererlas un poco más si cabe.

2 comentarios:

ralero dijo...

El dolor casi siempre nos salva. Pero cuando es crónico...

Abrazos.

Elena dijo...

Yo tengo cerca una situación como la que has expuesto. No la conozco a ella, sí a él, le veo en su ir y venir y en la vida que le ha tocado, pero...¡pobre ella!..ella lleva tiempo pidiendo la eutanasia...que duro ha de ser vivirlo en primera persona...