Sentada en el cómodo sillón de la consulta del dentista escucho atenta los planes nada poéticos que tiene para mi boca,mientras pienso que yo solo iba a una revisión rutinaria.
Le oigo decir que me va a quitar el poco juicio que me queda,reducto oculto en forma de muela.
Pero la sorpresa me la da cuando me asegura que necesito una férula de descarga,para relajar las mandíbulas,aunque sólo sea mientras duermo.
Esto si que ha sido una sorpresa,meter en mi boca cosas que no sean de comer y además mientras estoy dormida,no sé muy bien que decir,pero algo nerviosa ya me he puesto.
Al tiempo que su asistente prepara los artefactos para tomar medidas y construir el ingenio,el "doctore" presto,prepara el témido presupuesto.
A mi sólo me queda sonreir por fuera y cavilar por dentro.
Y como la vida es cuento o cuentos tienes en la vida que van desde los de princesitas a los de terror,yo no sé si por efecto de los nervios o porque soy una cuentista, sin pensarmelo le lanzo la pregunta a mi querido dentista:
Si me pones esa férula para dormir.. ya no seré la bella durmiente ,verdad??
Doctor y asistente se sonrieron...
Cuando ví el presupuesto,pensé que se acabó mi sueño de princesa pero bien que mi boquita podría ser la famosa cueva de Alibaba ..lo digo por el tesoro que voy a tener en ella mientras duermo.
1 comentario:
Da miedo ir a "que te echen un vistazo" porque casi siempre sales de allí con un buen presupuesto...claro, que llevamos unos años sin mirarnos ¿no?...pero duele, sí, duele el presupuesto. Un beso.
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