miércoles, 10 de junio de 2009

Alas de MaRiPoSa



Dedos de agua y sal acariciaban su rostro.
Sus piernas,a ritmo de lenta moviola,conseguían un suave gemir de ruedas de bicicleta por aquel paseo marítimo.

El pintor, sumergía su mirada en el mar, un velero imaginario de blancas velas izadas surcaba el embravecido oleaje inundando el lienzo.

En el suelo, cercano al caballete, un cesto, y los aparejos de pesca, acompañaban en su solitaria quietud a la caña de pesca.

Intuyendo la curiosa mirada a sus espaldas, buscó sus ojos, mirándose en ella.

Fiel imagen a la de aquella tarde de hacía quince años, cuando entre juegos y risas, habían dibujado mentalmente la escena ,luz, playa, pesca ,pintura… y ambos.

Pero al mirar aquellos ojos, sólo vio una intensa ambigüedad.
¿La reconoció?

El pintor volvió a su mar, a su barco zozobrante.

Tras un fundido en negro, unos suaves besos de alas de mariposa en sus mejillas, la despertaron.

2 comentarios:

VicentM dijo...

Besos de mariposa... antes la crisálida permaneció quince años entre las ramas verdes en la mitad izquierda del lienzo a medio pintar.

El mar y sus olas, quizás el olor a sal, tal vez la fuerza invisible que empuja el barco imaginado no rompieron la cápsula y ella, la pupa permanecía dormida, aletargada en la espera... se hizo, quince años despues mariposa... depositó un beso imaginario sobre una mejilla cansada... y el viento batió con fuerza las alas... y tras una mirada... dos... y una tercera ya ella muy alejada... siguió pintadando las tamas verdes sin percibir la diferencia... el hueco dejado por la pupa empujada ya lejos por el viento... o sí la notó... en cualquier caso parece que acabó el cuadro... y lo dejó en la orilla clavado en la arena... sin caballete ni tela protectora... a merced del mismo viento y del mismar... mensaje en un lienzo... quizás no llegaría lejos... tal vez ni siquiera se desclavaria de la arena... pero sin duda... uno, dos o talv más, seguramente más que menos, besos del mar recibió... lienzo con ramas verdes sin pupa besado por el mar...

ralero dijo...

Pero, pese a su falsedad calculada, sólo el espejismo mantiene arrastrándose a los que naufragan en la aridez de las arenas ardientes. O a los que vuelan peligrosamente en torno a una luz ultravioleta.

Besos.